La administración del presidente Milei está corriendo el eje en lo referido a los temas del debate público. Estabilizar la macroeconomía es la prioridad definida por el equipo económico, para avanzar en la implementación de las reformas estructurales que incentiven la inversión, la generación de empleo y el crecimiento de la actividad económica. Los avances, interrogantes y materias pendientes son analizadas en profundidad por Iván Cachanosky, economista y director del posgrado en Economía y Ciencias Políticas de ESEADE.
¿Considerás que va a continuar la tendencia descendente de la inflación?
La inflación da mucho para hablar. En primer lugar, sacarse el sombrero, porque ha bajado más rápido de lo que esperábamos. En ese sentido creo que es el mejor logro que tiene el gobierno o uno de los mejores. Cuatro meses atrás, se estimaba que la inflación iba a terminar en 150% con suerte, y puede que termine en 120 o 115%. A tu pregunta de si va a seguir este camino descendente, yo creo que sí, pero a mucha menor velocidad. Cuando ves experiencias de otros países que también venían de una inflación alta y empezaron a bajarla, al principio se baja rápida y después se vuelve más difícil quebrar esa inercia. El 4% o 3% que logró el gobierno, creo que la va a ir quebrando, pero a una velocidad más lenta. Lo cual es lógico y hay que entenderlo, ¿no? También que los procesos desinflacionarios llevan tiempo. No se hace de un día para el otro. Puede ser un riesgo para el gobierno, porque la inflación núcleo, que es la que excluye variaciones estacionales y algunos aumentos puntuales, no baja del 4% hace varios meses. Y eso empieza a ser una especie de alerta, hace cuatro meses más o menos que está costando quebrar ese nivel. Y si bien el proceso es más lento, lo ideal sería que baje. En la núcleo al menos luce media estancada.
Con respecto al nivel de actividad y el desempleo, ¿qué falta para incentivar el crecimiento económico?
Ahí hay varias aristas también. El cepo te complica, porque obviamente impide que los dólares se vayan, pero también impide que entren. Y los países a largo plazo crecen por inversión extranjera principalmente, es decir, inversión que viene de afuera. Eso es lo que necesita Argentina. Y mientras haya cepo, va a estar limitada. No será un motor fuerte de crecimiento en el corto plazo.
¿Y en el mediano plazo?
Creo que en el mediano, eventualmente, se sale del cepo con éxito. Te diría que en lo que queda de este año y el próximo, creo que lamentablemente habrá una recuperación que va a ser más bien lenta, creciendo a su último techo relativo, que no se puede quebrar desde hace más de una década. Para crecer más allá de ese techo relativo son necesarias las reformas estructurales. Y para las reformas estructurales se necesita más poder en el Congreso y para eso necesitas que te vaya bien en la legislativa. Con lo cual, lo que pase de acá al próximo octubre del año que viene es crucial para ver cómo se definen las oportunidades argentinas en el mediano plazo. En el corto vas a depender de qué tanto empuje el campo.
Recientemente Ricardo López Murphy planteó que salir del cepo será algo traumático. ¿Coincidís?
Hay muchas variables para tener en cuenta. El gobierno está atrapado en una especie de trilema: está teniendo una especie de tipo de cambio fijo que no es fijo porque devalúa el 2% mensual, pero sí es muy intervenido. Está luchando por hacer crecer la autonomía del Banco Central y también eventualmente quisiera una libertad en los flujos de capitales, ahí es donde entra el cepo. No podés tener las tres cosas a la vez, ese es el problema. Siempre podés elegir dos de las tres, y cuando vos elegís estas tres variables, pareciera que el gobierno pone énfasis en el tipo de cambio intervenido. Y de a poquito dar autonomía al Banco Central.Entonces, lo que no vas a poder tener es libertad de flujo de capitales y eso hace que no pueda salir del cepo rápidamente. Eventualmente me parece que puede ser un problema porque el atraso cambiario ya está por llegar a los niveles que estaba cuando este mismo gobierno asumió.
¿Entonces…?
La diferencia es que estamos haciendo la tarea y al hacerla, es normal esperar un tipo de cambio más bajo. Y si bien en lo conceptual coincido, no sé si también con el lapso temporal que lo estamos usando. Recién estamos empezando a hacer la tarea, con lo cual todavía queda mucho camino por recorrer.
Un tipo de cambio atrasado te puede traer problemas si lo seguís pateando para salir del cepo
¿Qué falta para hacer la tarea?
La reforma laboral, la reforma impositiva, es decir, lamentablemente el gobierno por más que no quiere, tuvo que subir impuestos con la promesa de después bajarlos y yo creo que va a intentar hacerlo, pero esa reforma queda pendiente. La reforma del Estado se va haciendo, pero muy lentamente. Tenés que tener en cuenta también cómo amortiguar todo esto en el mercado laboral para que no se transforme en desempleo, si no en el corto plazo puede ser complicado. Todas esas tareas que son estructurales, que necesitan cambios de fondo, deben pasar por el Congreso, que es la debilidad de hoy. Por eso, irónicamente te diría, a lo que uno esperaba de un gobierno liberal, no le queda otra que ser gradualista, porque no tiene hoy el poder necesario en el Congreso para poder llevar a cabo estas reformas tan profundas. Sí está la Ley Bases, está Sturzenegger desregulando, el gobierno avanza en lo que puede. Los cambios van a ser de mediano plazo.
¿Es necesario un acuerdo con el FMI para recomponer reservas?
El blanqueo ha generado un par de dólares extras, lejos de lo que necesitamos, pero no es despreciable. Obviamente ayuda, pero yo creo que los grandes montos difícilmente blanqueen, principalmente, porque la experiencia de Macri no está tan lejos. Hubo un blanqueo muy fuerte, después se les cobró impuestos, entonces yo creo que las personas que pueden mover capitales grandes van a esperar.
La necesidad de dólares es clave para que esto siga funcionando, porque desde que el gobierno decidió intervenir en los mercados paralelos, es decir, en el contado con liquidación y en el dólar MEP, la acumulación de reservas se estancó. También se estancó porque tenés que pagar importaciones. El Banco Central pudo acumular reservas a costa de no pagar importaciones en los primeros meses. Eso ya no está, la fuerza para acumular reservas es mucho menor. Y es clave porque la demanda de dólares siempre te va a estar presionando y vos tenés menor capacidad de oferta. Un eventual acuerdo con el FMI puede ayudarte, pero no quiere darte plata para que intervengas en el mercado y quiere darte plata para que le puedas pagar, porque somos su principal deudor. Creo que esa decisión la va a tomar el board, muy a puertas cerradas.
Obviamente que si vienen algunos fondos, esto le da aire al programa que tiene el gobierno, pero hay que tener en cuenta que el FMI va a estar buscando que le paguemos, no que usemos dólares para incrementar reservas y eventualmente usarlas para intervenir en el mercado cambiario.
¿Se puede acelerar la baja de impuestos y de gasto público?
Hoy está un poco difícil, porque el presidente está muy comprometido con el equilibrio fiscal, lo cual celebro. Creo que es el primer presidente que pone tanto el foco en la importancia del equilibrio fiscal y hace su discurso político sobre esa base, y eso no es menor. Ahora, ¿cómo lo ha alcanzado hasta ahora? La gran protagonista fue la licuación por la inflación alta. Y dado que la inflación ahora empieza a ser más baja, se vuelve más difícil mantener ese equilibrio fiscal. Ahí hay un desafío para mantener ese equilibrio. Por ello, el tema de impuestos y el tema del gasto va a ser sumamente desafiante en este nuevo contexto. Porque vos alcanzas el equilibrio fiscal sin incrementar la recaudación; la recaudación cae en términos reales, porque el nivel de actividad no repunta. Por el lado de los ingresos estás complicado. Entonces, ¿cómo estás alcanzando el equilibrio fiscal? Porque estás destruyendo el gasto público, pero lo destruiste con licuación.
¿Cómo darle sustentabilidad al esquema económico?
No está tan claro… y ahí el gobierno va a tener que reinventarse, porque a fin de año va a sacar el impuesto país. ¿Cómo lo vamos a reemplazar? El impuesto país llegó a poder representar 7 u 8 por ciento de todos los ingresos que tiene el gobierno. Es decir, no es un monto menor. Y si la economía no recupera en V, entonces los ingresos no te van a jugar a favor y no vas a poder bajar impuestos, porque implicaría un mayor déficit. Hasta que la economía no agarre velocidad, veo difícil que se bajen los impuestos o que se quiten retenciones, que es lo que está pidiendo el campo.
¿Y con respecto al gasto público?
Por el lado del gasto, lo están haciendo de a poquito, con una migración un poco lenta de la licuación a la famosa motosierra. O si querés traducirlo, que lo pague más el sector público que el sector privado. Es un gobierno con un Congreso débil que tiene que negociar y hay que ver cuánto tiempo más se puede mantener la obra pública en cero.