Una visión estratégica para Neuquén y Vaca Muerta

Una visión estratégica para Neuquén y Vaca Muerta

Por Pablo Benítez Jaccod. Mg. en economía política. Presidente Fundación Progreso y Libertad.

Suponiendo que como consecuencia del despegue del yacimiento Vaca Muerta, la provincia del Neuquén entre un corto y mediano plazo se transforme en una provincia “rica”, el desafío planteado es cómo seguir siéndolo una vez que este activo reduzca su valor de mercado. Es sumamente importante que la clase dirigencial y los actores económicos vernáculos, acuerden y actúen en base a un pensamiento estratégico que contemple oportunidades, fortalezas y debilidades para los próximos 30 años.

La visión estratégica permite descubrir la potencialidad de una situación dada, utilizarla favorablemente y lograr posicionarse con éxito ante la misma.
Ante un contexto global en crisis, entendemos este término como la imprevista irrupción de lo nuevo, es central para el nuevo pensamiento estratégico el descubrir el potencial de una situación para modificarla y superarla. Si bien existen variables macroeconómicas que dependen del gobierno nacional (inserción internacional, el libre acceso a divisas, marco regulatorio y fiscal estable, inflación) no exime a los representantes políticos locales a observar cuando estas son nocivas para el interés material provincial o de proponer reformas educativas, de infraestructura o económicas en las que si la provincia tiene competencia.

Si tenemos en cuenta la volatilidad histórica de los precios del gas y petróleo, sumado al compromiso global en avanzar hacia las energías renovables, el estimar perspectivas de un crecimiento e ingresos sostenidos por tanto tiempo no resulta confiable. El dedicar el grueso de los ingresos fiscales a la expansión del gasto público sería insostenible y dada su inflexibilidad a la baja la crisis vendrá. Además, los incentivos de los agentes económicos se orientarán a la lucha por la distribución de la renta y no al aumento de la producción en su conjunto. Otro efecto no buscado, es que la diferencia brutal de rentabilidad que existe entre el sector oil & gas y el resto de la economía lleva a esta a la absoluta ‘’monoproducción’’, es decir a la subordinación de otras actividades al sector energético, su desaparición o a la ausencia de su aparición.

Vinculado a lo descripto, la oportunidad de diversificar la economía para moderar la dependencia casi absoluta de los ingresos hidrocarburíferos es real.
Western Australia, Texas o Alberta han logrado este objetivo anclando sus instituciones económicas al contexto global.
Se destaca como factor común de estos casos, el aumento del nivel de stock del capital en infraestructura, ya que esta posibilita la utilización eficiente de los recursos, aumentando la productividad y la competitividad de todos los agentes privados, factores decisivos para el acceso a los mercados internacionales.

La reforma del sistema educativo es vital. El Dr. Carlos Waisman, en su exposición titulada ¿Neuquén en la encrucijada?, observó que, así como la Argentina perdió el tren de la economía industrial es urgente no perder el tren de la economía post industrial, la cual es esencialmente una ‘’nueva revolución
tecnológica’’. Entendiendo el capital humano como la cantidad de conocimiento y habilidades que acumulan los individuos, un factor central del crecimiento económico y el progreso tecnológico de las naciones o regiones, el invertir en la calidad de educación no puede quedarse solamente en la mejora de los salarios o construcción de nuevas escuelas. La reforma curricular, debería darle un enorme lugar a las capacidades que requiere la nueva economía, estas son esencialmente capacidades analíticas y cuantitativas, lo que en inglés se llama S.T.E.M, ‘’ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas’’. Tomando como modelo lo realizado por los Estados Unidos, India o Corea del Sur, la creación de una universidad de investigación donde los profesores sean seleccionados, básicamente por la calidad de la investigación y publicaciones enfocadas en estas áreas, podría ser un objetivo. Es necesario crear un marco
amigable para incentivar que startups y empresas tecnológicas se radiquen en Neuquén. En los Estados Unidos, las universidades de investigación actúan como un polo de atracción y los parques tecnológicos suelen ser desprendimientos de este tipo de universidades, generando una concentración y atracción de capital académico (programadores, ingenieros) en la región donde actúan. Una industria fuerte, de alta tecnología actuaría como locomotora para el resto de la economía provincial.

Por último, como expresa el Dr. Marcelo Elizondo en su trabajo titulado «La nueva geopolítica en ciudades y regiones» una de las manifestaciones de la cuarta globalización, es que las ciudades y regiones globales comienzan a ser focos de atracción en sí mismas y a la vez comienzan a vincularse con el resto del mundo más que con sus propios países. Las compañías multinacionales localizan aglomeraciones especiales que ofrecen conocimiento y habilidades.
Un territorio puede posicionarse como un referente de influencia regional o global en términos económicos, financieros, políticos y culturales en la medida en que sea capaz de vincular sus sectores más dinámicos a las redes regionales e internacionales.

Por ejemplo, en los EE. UU., de los 50 estados de la unión, solo 3 estados concentran 40% de las patentes y 30% de las principales publicaciones científicas relevantes consideradas para medir el grado de innovación. En Alemania, 3 de los 16 estados concentran dos tercios de las patentes y la mitad de las publicaciones científicas; y en Francia 3 de los 18 estados concentran 60% de la producción de conocimiento. Según el trabajo referido solo 30 hotspost (zonas conectadas) en el mundo (en solo 16 países) son responsables de la creación del 70% de las patentes y 50% de los artículos científicos en el planeta. La posibilidad de convertirse en un polo de desarrollo virtuoso y anclado a la economía mundial implicara pensar en termino macro regionales, la cual podría incluir además de Neuquén, al sur de Mendoza y la provincia de Rio Negro, es decir, un conglomerado competitivo de la “macro
región” Vaca Muerta.