El resultado del ballotage que consagró a Javier Milei como el nuevo presidente de la Argentina refleja una gran necesidad de cambio. Es muy importante destacar que fue un voto transversal, de distintos niveles socioeconómicos.
Como se comentó, el hecho de que el presidente electo anticipara en campaña lo que planeaba hacer en caso de ser presidente, algo inédito, le otorgó un valor agregado en términos de legitimidad de ejercicio.
Dicha necesidad de transformación está impulsada, en gran parte, por el de- sastre económico que deja el kirchnerismo, que gobernó en 16 de los últimos 20 años. Hagamos un breve inventario de este desastre económico y social, la peor herencia en 40 años de democracia:
El nivel de pobreza alcanza al menos el 43,3%, lo que equivale a 20 millones de personas viviendo en la pobreza. El 60% de los niños se encuentra en esa situación. Durante la gestión de Massa, se registró un aumento de más de tres millones de personas en situación de pobreza. La inflación se estima que rondará el 200% al cierre de este año.
El PBI registrará una caída del 2,5 al 3% en 2023. Reservas netas negativas del BCRA. Una mayor deuda pública, del orden de 400.000 millones de dólares.
Cepo a las importaciones: falta de insumos médicos y medicamentos, de insumos, repuestos y equipos para la producción de todos los sectores de actividad económica. La intervención estatal en la economía genera escasez.
La fuente de corrupción que genera la discrecionalidad en los permisos para importar. Los gobiernos crean dificultades para vender facilidades, como señala el economista peruano Enrique Ghersi.
Los miles de muertos por el desastroso manejo de las vacunas durante la pandemia/cuarentena, los emprendimientos que quebraron, el aumento de la inseguridad, el desastre educativo, representan desastres sociales que forman parte de esta herencia.
Como señala el economista Eugenio Marí, jefe de economía de Libertad y Progreso, la Argentina es uno de los países con mayor diferencia entre lo que es y lo que puede ser.
La buena noticia es que las soluciones existen. La historia política y económica muestra lo que funciona y lo que fracasó. La filosofía de la libertad de nuestra Constitución Nacional brinda las directrices del desarrollo. Resulta crucial re- crear la confianza, garantizando el derecho a la propiedad privada y a ejercer toda industria lícita, sin pedirle permisos a un burócrata.
Tenemos el gran desafío de transformar la Argentina en una tierra de oportunidades.
En esta nota de tapa, compartimos las ideas y la visión de opiniones muy calificadas, economistas y empresarios, sobre los lastres que deja la gestión kirchnerista y propuestas de transformación.