“Reducir la jornada laboral es extemporáneo»

“Reducir la jornada laboral es extemporáneo»

Entrevista a Dante Sica, socio fundador de ABECEB

¿Cómo evalúa el proyecto de reducir la jornada laboral?

Hay un debate en distintos países con respecto a la reducción de la jornada laboral de 48 horas. Chile aprobó en abril de este año una reducción de la jornada de 4 horas en un promedio de 4 años, pasar a 44, 42 y 36 horas. La verdad es que hoy debatir en Argentina la reducción de la jornada laboral cuando tenemos cinco millones y medio de trabajadores informales, más de dos millones de monotributistas sociales. Tenemos un problema de productividad. También un problema de atraso en todo lo referido a la normativa laboral. Considero que el proyecto de reducir la jornada laboral es totalmente extemporáneo. Creo que sí es un debate que tenemos que darnos, en el marco de cambios regulatorios que modernicen el esquema laboral, como fue en la década del 40 y en la del 70. Nuestro régimen laboral estaba entre los más modernos del mundo, tenemos que volver a hacerlo, hace 40 años o 50 años que no tocamos el tema laboral.

¿Cómo estamos en comparación con otros países?

En lo referido al rango de horas efectivas trabajadas, Argentina no está mal. El promedio ponderado de todas las actividades indica que ocupamos el lugar 131 de 133. Las horas trabajadas son 34.5 por semana, esa es la jornada laboral efectiva. México está en 42, Brasil está en 38.

¿Cómo incluir a más personas en el mercado laboral formal?

Es un proceso más complejo que sólo modificar las relaciones laborales. La informalidad se explica por varias esferas que coliden y que tienden a generar cada vez mayores trabajadores informales. Lo primero: Argentina hace más de 11 años que no crece y la productividad cae. No tenemos buenos salarios formales y tendemos a la informalidad. Tenemos un problema de sistema tributario, que genera enanismo fiscal; las empresas no crecen, nadie quiere salir del monotributo, eso informaliza a las empresas y esa informalidad de las empresas se traslada a la informalidad laboral.

Se suma la falta de financiamiento…

Sí, existe un fenomenal problema en términos de lo que son las fuentes de financiamiento que oprimen a las empresas. Y después están los temas del mercado laboral, que van desde la rigidez de las normativas hasta el grave problema de desmache que tenemos entre los requerimientos de las empresas con respecto a las capacidades laborales. Y nuestras capacidades laborales que se han ido degradando en el tiempo, producto de la degradación del sistema educativo.

En relación al tema educación, ¿cómo alinear con el mercado laboral?

Primero, tenemos que gestionar mejor el sistema educativo. Argentina invierte mucho, Debe estar todavía alrededor del 6% del PBI, que es una cifra de las más altas de América Latina. Sin embargo muy pocas provincias terminan los 180 días de clases y tenemos una terrible grieta y esa es la grieta entre la educación pública y la privada, tenemos una educación privada que tiene parámetros, que los cumple, que los chicos que ingresan pueden salir con habilidades y bien formados y nuestra educación pública que se viene degradando año tras año donde sacamos chicos en el secundario que no obtienen comprensión de texto.

¿Qué reformas se requieren?
Tenemos que gestionar mejor, capacitar a nuestros docentes para el mundo que viene, que será muy distinto. Hoy estamos discutiendo la inteligencia artificial, cómo se incluye dentro de los procesos productivos, donde la tecnología nos hace globales y hace que nuestras empresas cada vez compitan y se conecten de una forma distinta. No soy un experto en el tema, pero esa mirada enciclopedista debe ser aggiornada. Y tenemos que relacionar mucho más el mundo de la educación con el mundo del trabajo.


¿Coincidís en la necesidad de darle más flexibilidad a los planes de enseñanza?

De nuevo, no soy un experto, pero creo que hoy los métodos en los cuales nosotros nos educamos han cambiado. La utilización de la tecnología abre mucho más las potencialidades de aprender. Ya no es un proceso de aprendizaje enciclopedista. Es incorporar los conocimiento que nos permitan ir a un mundo en el que se va a trabajar más en redes, en el que va a haber un trabajo mucho más colaborativo, donde habrá mayor movilidad. El mundo que viene va a hacer que los procesos de capacitación sean permanentes, nunca vamos a dejar de aprender hasta el final de nuestros días, porque el avance de la tecnología y la velocidad del cambio exponencial de la tecnología, hace que nuestras habilidades están todos los días sometidas entre comillas al mercado y tenemos que vivir en un proceso permanente de actualización.