Inteligencia artificial: ¿Revolución, ayuda o trampa?

Inteligencia artificial: ¿Revolución, ayuda o trampa?

Columna de: Santiago Poo, periodista y editor en Impacto Económico

Esta revolución tecnológica genera una polémica que se extiende desde el ámbito académico hasta el uso cotidiano. Para algunos, la inteligencia artificial representa una herramienta de ayuda, mientras que para otros plantea dilemas éticos al considerarla como un atajo inmoral en distintos aspectos de la vida.

Uno de los puntos centrales de la controversia es cómo la inteligencia artificial puede impactar en la educación y en el mundo laboral. Elon Musk, fundador de Tesla, señala que la inteligencia artificial representa una amenaza significativa para la existencia humana y aboga por una regulación responsable. “Creo que hay que ser muy cuidadoso con la inteligencia artificial. Si tuviera que adivinar cuál es la mayor amenaza para nuestra existencia, probablemente sea esa. Tendría que haber alguna regulación, tal vez a nivel nacional o internacional, solo para asegurarse de que no hacemos algo muy necio”, subrayó Musk en una larga entrevista en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).

Por otro lado, Bill Gates, cofundador de Microsoft, apunta que las máquinas podrán realizar muchas tareas, aunque inicialmente no serán altamente inteligentes, y ve esto como una oportunidad positiva si se maneja adecuadamente. “Primero las máquinas harán muchos de los trabajos por nosotros y no serán muy inteligentes. Esto tendría que ser positivo si lo manejamos bien”, explicó Gates.

Los expertos en el campo, como Eric Horvitz también de Microsoft, anticipan que “al final vamos a ser capaces de obtener increíbles beneficios de la inteligencia artificial en todos los ámbitos de la vida, desde la ciencia a la educación, hasta la economía y la vida cotidiana”. Sin embargo, queda claro que la inteligencia artificial no debe reemplazar el conocimiento humano, sino ser una herramienta que agilice procesos y aporte tecnología a la sociedad.

Un ejemplo histórico es la introducción de la calculadora, que inicialmente fue vista con escepticismo por algunos educadores ya que se mencionaba “la calculadora resuelve las cuentas, y los chicos así no aprenden”, pero que finalmente se integró en el proceso educativo, recalibrando el enfoque pedagógico hacia la comprensión de los procedimientos y estrategias utilizadas para resolver problemas matemáticos.

En última instancia, la inteligencia artificial debe ser vista como una aliada en la búsqueda de un progreso responsable y sostenible, sin perder la capacidad de razonamiento que poseemos.