La creación de cuchillos únicos a través de la excelencia y la capacitación

La creación de cuchillos únicos a través de la excelencia y la capacitación

Iván tiene 28 años y  es fabricante de cuchillos. En diálogo con Impacto Económico, explicó cuál fue su inspiración para dedicarse a este rubro resaltando su enfoque en la creatividad y la diversidad de materiales, destacando su estrategia de diferenciación basada en la excelencia y la capacitación. Lleva casi una década inmerso en esta actividad.

¿Qué te motivó a fabricar cuchillos?

Todo empezó cuando terminé la secundaria y me puse a buscar un oficio en distintos rubros de arquitectura y construcción. Por suerte mi viejo de chico me enseñó a trabajar la madera y el hierro, entonces tenía conocimiento de ciertos oficios.

Además, en ese momento hacía enmarcados y trabajaba como ayudante para un orfebre, pero no encontraba un rubro que me apasione o que me de esta cosa de mitad hobbie y mitad trabajo. Esto fue así hasta que un día, un amigo me invitó a forjar y me encantó.

¿Qué significa “forjar”?

Consiste en calentar el hierro o el acero para moldearlo. Es algo casi mágico porque al hierro uno lo conoce como algo duro, frío y resistente, pero cuando se calienta créeme que se vuelve como plastilina. Esa transformación y el poder darle forma a algo que naturalmente uno no puede hacerlo o cuesta mucho trabajo, me encantó. En ese momento empecé a incursionar en la cuchillería principalmente por el acero, hasta que finalmente me terminé dedicando a realizar la pieza completa. 

Hoy en día, fabrico todas las partes del cuchillo y me encanta porque uno no tiene techo. Se exprime al máximo la imaginación.

En cuanto a la creatividad y la variedad de productos…

Exactamente. Uno aprende a trabajar muchos materiales, desde el acero en sí hasta la madera, materiales sintéticos, hueso y también el cuero.

¿Cuál fue tu estrategia de diferenciación?

La estrategia de diferenciación fue que por un lado vino mi viejo y me dijo: “Mira Iván, vos hagas lo que hagas, tenés que apuntar a ser el mejor”. Ahí entendí que no era una cuestión de competitividad, sino de destacarse y de hacer algo bueno.

Por otro lado, siempre apunté a la capacitación. Facundo Montenegro, es un cuchillero destacado a nivel internacional y él me enseñó todo. Mientras aprendía, me contaba un poco la filosofía que él aprendió en Brasil y me dijo que allá un cuchillero es un profesional porque es alguien que se capacita y que sabe lo que está haciendo.

¿Esa fue tu estrategia?

A partir de ahí, arranqué en busca de la diferenciación. Me animé a crear cosas diferentes porque también eso es  lo que me gusta. Prefiero estar tres meses renegando con una pieza en vez de estar haciendo 200 cuchillos en serie. Además, por una cuestión de mercado, yo sé que nunca voy a poder competir con la gente de Tandil porque ellos hacen cuchillos buscando que sean accesibles y hacen miles. Entonces, lo único que me queda es crear algo distinto porque de alguna forma tengo que estar en otro mercado en el cual la gente busque un cuchillo de diseño o personalizado. 

Todos mis cuchillos están numerados y son piezas únicas. Mientras los voy haciendo lo agendo y guardo la foto. Toda esa dedicación que le doy sumado a que alguien venga y quiera que ese sea su cuchillo, es lo que para mí le da magia y valor de diferenciación.

¿Cuánto tiempo lleva fabricar un cuchillo en promedio?

Todo el mundo me hace esa pregunta y sinceramente no sé, porque yo no soy una máquina. En ese sentido, podría decirte que los artistas somos bichos raros y hay días que no laburo nada y después hay otros en los que le meto a fondo. Intenté tomarme el tiempo, pero te juro que nunca logré saber cuánto tardo. 

Ahora, si vos venís y preguntas si en una semana puedo hacer un cuchillo, yo te digo que sí, pero la verdad es que hay distintas cuestiones del proceso en las que no te conviene tener tan poco tiempo. 

¿Cuáles son las características de tus clientes? 

Hay de todo y no sabría decirte bien porque hay distintas épocas. Además, siempre voy variando productos y quizá realizo un producto que llama la atención a un público nuevo. Personalmente siempre apunto a la parte funcional del cuchillo, es decir, que sirva para cortar. Hay gente que busca algo distinto y es por eso que muchas veces se ven atraídos por el peso y la firmeza de la pieza. No hace falta que la persona sepa de cuchillos, si ya tiene buen ojo y buen gusto, se da cuenta que es algo diferente. 

¿Hace cuánto realizas esta actividad? 

Sacando cuentas rápidas se podría decir que hace 9 años empecé a incursionar en el tema, pero quizá es un poco menos desde que me dedico por completo. Yo tengo 28 terminé la secundaria a los 19, encontré esto, empecé a interesarme y desde ahí que decidí quedarme.