“Una mejor calidad permite lograr mayor productividad”

“Una mejor calidad permite lograr mayor productividad”

Para conocer la realidad de un sector de actividad económica, lo más indicado es hablar con quienes están “en la trinchera”, es decir, las personas que desarrollan el esfuerzo, y asumen el riesgo de invertir y producir. Para ello, IMPACTO ECONÓMICO dialogó con Marco Stelzer (Frutas Stelzer), Bruno Fernández (Justo Fernández Flores SA) y Mario Bonadé (Bonade S.A), miembros del Grupo PYME que integra la Cámara de Comercio e Industria de Villa Regina.

¿Cómo surge Grupo PYME y cuándo fueron sus inicios?

Bruno: Entre 2007 y 2008, junto a un grupo de empresas, empezamos a tratar de trabajar en los problemas comunes que teníamos. Veíamos que en la Cámara de Comercio, muchos de los problemas que tenían las pequeñas y medianas empresas no llegaban y, por eso, no teníamos las soluciones necesarias. Frente a eso, nos agrupamos y empezamos a trabajar en los tres estamentos, tanto a nivel nacional, provincial y municipal, las distintas problemáticas de las empresas frutícolas, tanto las agrupadas en Villa Regina como también en el Alto Valle Este de la provincia.

¿Cuál es el balance de esta temporada frutícola, en términos de cantidad y calidad?

Marco: Se estima una merma de alrededor del 10% en peras y un 20% en manzanas a nivel general, respecto al año pasado.
Bruno: Como decía Marco, hemos tenido calidades buenas, con lo cual los rendimientos de empaque suponemos que van a compensar la pérdida en las cantidades producidas.

Todo el sector debe entender que la mejor calidad permite lograr una mayor productividad.

¿Y en lo referido a precios?

Estamos con el tema de la conservación en frío porque para algunos conviene vender antes o esperar hasta último momento, con el objetivo de optimizar la rentabilidad. Es la oferta y la demanda. Si hay mayor cantidad de fruta, es obvio que el precio tiende a bajar.  Se especula con eso. Por eso, la mayor información que se pueda ir adquiriendo mes a mes, sirve para monitorear la comercialización.

¿Cómo evalúan el nivel de demanda?

Mario: Tiene mucha importancia para el sector, principalmente en manzanas. Notamos que día a día, el poder adquisitivo es menor por lo tanto el consumo también se ve afectado.

¿Esto sucede a nivel de mercado interno? 

Mario: Exacto, para la manzana podríamos decir que es el principal mercado. No así para las peras.

¿Qué otras variables impactan en la oferta y la demanda?

Bruno: En general, los precios de los mercados a los que podemos acceder las pymes, que son los más cercanos y accesibles que tenemos, como puede ser Brasil, son buenos. No ha sufrido una sobreoferta, básicamente porque es muy complejo conseguir camiones frente al freno de las importaciones de Brasil. Y  los transportes no quieren venir vacíos. Si lo hacen, vienen a un costo muy alto. Por lo cual conseguir camiones para cargar a los mercados de San Pablo es una dificultad. Se han hecho algunas experiencias con contenedores, pero realmente es mucho más complejo.

¿Cuáles son los problemas que están frenando el desarrollo de la actividad?

Bruno: Uno de los grandes problemas es financiero. A las pymes les cuesta mucho acceder a la línea de financiamiento bancario, que tiene hoy con una tasa muy elevada. Uno habla con entidades bancarias, tanto estatales como privadas, y hay créditos disponibles, pero las tasas y los plazos no son los adecuados para el volumen de negocios que uno pretende tener. Otro problema es la carga impositiva.

¿Qué tanto incide el costo de la energía?

Río Negro, pese a ser una provincia que tiene una generación de energía barata como la hidroeléctrica y eólica, está dentro de las cinco energías más caras del país, según un estudio hecho por la Universidad de Buenos Aires. Nuestra actividad no es electro intensiva pero sí tiene una gran demanda de energía por la conservación en frigoríficos. Es un costo gravoso, también  porque la energía tiene una carga impositiva cercana al 45%.

Mario: En algunos tipos de ingresos, por ejemplo, en el de un usuario número 2 o ingresos bajos, Río Negro es la segunda provincia más cara del país respecto al valor de la energía, siendo Mendoza la primera. En el ingreso medio, vemos que la provincia sigue siendo la segunda más cara con un precio de 17 mil pesos cuando el promedio en el país es de 9.800, casi un 100% más arriba.

¿Y cómo evalúan la gestión del ente regulador provincial?

Bruno: En las reuniones que la Cámara ha generado con el EPRE (Ente Provincial Regulador de la Energía), parece que fuera el defensor de EdERSA, que es monopólica. El EPRE debería defender al usuario, pero en muy pocas ocasiones tiene en cuenta la sugerencia de los usuarios. Tenemos reuniones frecuentes con gente de EPRE, nos atienden muy bien, pero nos cuesta resolver algunas de las situaciones que tenemos pendientes.

Mario: El consumo eléctrico en frigoríficos es muy relevante. Las capacidades son muy similares todos los años y los consumos también. Pero con los incrementos del 2024 con un 413% en la tarifa, respecto al 2023, repercute extraordinariamente con el mismo consumo del año pasado en el importe final de la factura. A esto le agregamos un sinnúmero de otros impuestos nacionales, provinciales y municipales.

¿Qué otros obstáculos se deberían remover para impulsar la actividad frutícola?

Marco: Lo que necesitaríamos es, primeramente, que haya una mesa con los diferentes sindicatos para empezar a calificar ala gente experta, a los intermedios y principiantes. Se pone a todos en una misma bolsa y ganan todos lo mismo, cuando vos tenés a alguien que sabe y cuesta lo mismo que el que recién arrancó. 

También necesitamos incorporar tecnología. Estamos muy atrasados respecto a lo que es el primer mundo. En Italia, hay fincas de dos o tres hectáreas que estáncosechandocon drones. Nosotros tenemos mano de obra artesanal, que impacta en la productividad.

Bruno: Además, habría que modernizar las leyes laborales: no puede ser que tengamos unconvenio laboralde los años 70. Esta actividad es básicamente de trabajos temporarios, tendría que haber una ley que permita una cierta flexibilización en la forma de contratar.

Marco: Hay mucha mano de obra en diferentes fechas de poda, de raleo…, necesitamos un esquema como tienen otros rubros. Es como casarse con un empleado porque ya un día es un año de antigüedad. En otros rubros, tenés contratos más extensos a prueba. Es necesario cambiar las leyes para tener más libertad a la hora de elegir con quién trabajar.

¿Hay escasez de mano de obra?

Bruno: Pese a que el sector está demandando mano de obra de cierta calificación, seguimos teniendo la competencia de los planes sociales. La gente no quiere venir a trabajar porque no quiere perder planes asignados. Entonces las personas que tienen planes, no los quieren dejar y fuerzan unaeconomía informal.

¿Qué falta a nivel de infraestructura?

Bruno: Respecto a la logística, tenemos caminos rurales que están destruidos y obras de la ruta 22 que nunca se terminaron. Incluso se dan asimetrías importantes: hay camiones con arena que vienen cargados con 50 a 70 toneladas, y no se les controla el peso. Cuando despachamos un camión a distintos mercados, ya sea a Brasil o a el mercado interno, si el transporte viene pasado de kilos, la multa nos llega a las empresas. Nosotros somos, teóricamente, los dueños de la carga. Entonces el transporte no paga la multa y terminamos pagando nosotros por el exceso de kilos. Son multas importantes. Hay un trato desigual.

Mario: Volviendo al tema de energía, también vemos poca inversión en las líneas eléctricas, lo que impide la ampliación de la potencia.

¿Cuál es la situación de los jóvenes? ¿Se integran al mundo laboral de la actividad? 

Marco: Tenemos mucha juventud que está emigrando porque no encuentran una alternativa fuera de las actividad frutícola. Villa Regina es una ciudad estrictamente frutícola. Hay que tratar de ampliar, industrializar y buscar la manera de atraer a los jóvenes para que no emigren, que pueda tener un trabajo, un sustento y pueda proyectarse en la vida. Tenemos dos universidades, pero todos los que se reciben, emigran porque no pueden aplicar lo que aprendieron en la zona.