De empleado a empresario referente: la historia de Maximiliano Recchioni en McDonald’s

De empleado a empresario referente: la historia de Maximiliano Recchioni en McDonald’s

Comenzó en 1997 como empleado. Su madre fue la primera mujer franquiciada de la marca en Argentina. Años después, Maximiliano se convirtió en el primer franquiciado de segunda generación en Latinoamérica. Hoy lidera cinco franquicias en Neuquén, genera más de 400 empleos y apuesta por un modelo de negocio con impacto social y sustentable.

Quinto local de McDonald’s en Neuquén, ¿qué significa para vos? 

La verdad que fue un desafío enorme; representa alegría, felicidad, compromiso, sacrificio, esfuerzo y un montón de cosas más que van pasando por adentro de la cabeza y el cuerpo, pero una emoción enorme.

¿Qué características tiene el nuevo local? 

Está ubicado en Teodoro Planas 4241, donde está el predio del supermercado Mayorista Makro. El local es el más moderno de la Argentina, cuenta con la tecnología que tienen todos los locales en el mundo, y a eso le podemos agregar que cuenta con paneles solares. Es el primer McDonald’s en la Argentina con 35 paneles solares que logran abastecer aproximadamente entre el 15 y el 25% del consumo del local.

No solo abastece, sino que además podemos devolver energía a la red. Además, cuenta con doble senda Automac, con iluminación led, separación de residuos y la recolección de agua del aire acondicionado y lluvia que se utiliza para riego o para limpieza del estacionamiento.

¿Cantidad de fuentes de trabajo que generó este quinto local?

Un total de 145 empleados entre 16 y 23 años.

Para muchos chicos es la posibilidad del primer empleo, ¿no?

Sí, nosotros nos caracterizamos por ser la facultad del empleo. Les enseñamos no solamente lo que es trabajar, sino que les ordenamos de alguna manera la vida de levantarse temprano, de acostarse a determinada hora porque al día siguiente hay que trabajar…

El hecho de seguir procedimientos de relación cliente-proveedor-interna, eso ayuda un montón a la formación, no solo en lo laboral, sino en lo personal.

Que comiencen a tener autonomía financiera…

Sí, y que detrás del dinero hay una responsabilidad que tienen que cumplir. Me parece que hoy eso con los chicos hay que trabajarlo, darle la energía, la responsabilidad de que entiendan para dónde vamos, y los adolescentes lo entienden.

¿El McDonald’s que está sobre Perticone está en primeros lugares en facturación? (a nivel nacional)

El segmento Automac está muy fuerte en la Argentina. Sí, estamos dentro de los tres Automac por los que más autos pasan. Es un montón, así que estamos super orgullosos y super felices de eso.

¿Cómo se inició la relación de la familia Recchioni con McDonald’s?

Empecé a trabajar en McDonald’s en el año 1997, como empleado de turno, era gerente. Mi madre me vio trabajar y le gustó lo que hacía. Justo sale un aviso en el diario que buscaban franquiciados. Ella hace toda la carrera, que es un año entero de trabajo para la compañía, y le entregan un local en Avellaneda en diciembre del año 1998.

Ella fue la primera mujer franquiciada en McDonald’s. Yo renuncio a Arcos Dorados y me voy a trabajar con ella, con el objetivo de hacer carrera, buscando lo que era la segunda generación que Estados Unidos existía, pero en Argentina no.

Fueron pioneros por partida doble…

Sí, exactamente. Iniciamos todo el proceso en el 2006-2007, donde me dieron el “okey” para ser segunda generación y en el año 2013, paso a ser el primer franquiciado de segunda generación de Latinoamérica.

Eso fue en mayo y en diciembre tuve la suerte de que Woods Staton (titular de Arcos Dorados de la franquicia maestra), que es el hombre que nos enseñó a que nos corra ketchup por las venas, nos hizo la propuesta de venir a Neuquén.

¿Él en forma directa? Es toda una leyenda…

Sí. Yo tomo el mercado de Neuquén, los cuatro locales que había en su momento. Después nos tocó abrir el Alto Comahue; eran cinco, y el de Walmart se cerró con la pandemia. Y ahora volvimos a recuperar los cinco locales que tuvimos en un momento. 

Hay que tener una gimnasia especial para llevar una franquicia de McDonald’s, y ni hablar cinco…

Hay que tener muchas ganas y entusiasmo, adaptarte a todos los cambios. El mundo va demasiado rápido, el mundo McDonald’s y el cliente también. Entonces, nos tenemos que adaptar a todo eso. Creo que todavía estoy en una edad donde me puedo adaptar rápidamente y, además, aprendo mucho de los chicos, de esta nueva generación, donde la tecnología es lo primero. Aprendés o aprendés…

Qué buena interacción…

Sí, la verdad que uno tiene que estar, más allá de ser el jefe, tenés que bajar, escuchar, darte cuenta de que ellos saben un montón, abrir esa cabecita y decir: “cuánta gente me rodea y que sabe muchísimo”.

Insisto en que los chicos son los que te enseñan; siento un orgullo enorme por los empleados que tengo porque son una máquina de generar cosas: buenas ideas, clima de trabajo y adaptabilidad. Me parece que esa es la base de cualquier empresa para poder triunfar: trabajar en equipo.

¿Sumando los cinco locales, cuántas fuentes de trabajo? 

Mi empresa se llama Like S.A., es una franquicia comercial y tiene 415 empleados. Es un montón. Es una super responsabilidad, lo cual a mí me genera mucha pasión.

¿Qué consideras que tiene como beneficios desarrollar una franquicia? 

Los beneficios son que hay mucha gente trabajando detrás de todo esto. Se la pasan diseñando, creando, buscando las mejores alternativas, peleándose con los proveedores para bajar costos y mejorar la calidad del producto. La franquicia tiene eso, personas que trabajan para hacerte las cosas más fáciles.

McDonald’s como marca está entre las más conocidas del mundo…

Sí, desde hace 20 años; hay un ranking de las empresas más conocidas y más grandes del mundo. McDonald’s y Coca-Cola son las únicas dos empresas de servicios que desde hace más de 20 años se mantienen entre esas 20 empresas. Sube y baja Google, Amazon, IBM (todas las tecnologías), pero de servicio son las dos empresas que siempre están ahí peleándose con semejantes monstruos.

Eso se logra cuando en las empresas se pone mucho empeño, desafío y emprendimiento. 

Para destacar cómo McDonald’s replica un mismo formato y calidad en todo el mundo… 

Sí, es lo que no se ve detrás de la hamburguesa, donde hay un equipo de gente, no solo en mi empresa, sino que detrás mío hay un montón de personas trabajando. Para la apertura de este local hace 5 años que venimos trabajando.

Y llegar a inaugurarlo en tiempo récord (en 3 meses y 20 días) desde que se tiró la primera piedrita hasta que se vendió la primera hamburguesa, claramente es porque hay muchísima gente detrás trabajando y por eso se logra hacer lo mismo en cualquier parte del mundo.

¿Qué tan complicado fue decidir la ubicación de este quinto local? 

No sé si fue complicado; hay que encontrar el lugar estratégico y que sea eficiente para todos. Porque tiene que ser eficiente para el cliente, para los autos, para la comunidad… Entonces todo eso es lo que cuesta, llegar a ponernos de acuerdo: entre lo que quiere la compañía, lo que quiera yo, una vez que nos pusimos de acuerdo, fue todo mucho más rápido.

¿Y cómo fue la convocatoria en los primeros días del quinto local? 

Fue espectacular. Superamos la expectativa que habíamos puesto. El cliente está feliz, está contento, nos lo dicen, nos lo cuentan, los empleados también.

Neuquén es un mercado increíble, tiene un montón de cosas para dar y para recibir. Hay que animarse, hay que hacerlo, hay que invertir. Nos parece que hay que tener muchas ganas y lo que yo le digo a todos: “Neuquén es una ciudad que da oportunidades”. 

¿Cuáles son los proyectos que tenés en carpeta?

Seguir desarrollando gente para que el negocio continúe funcionando, incorporar tecnología, paneles solares… Creo que la responsabilidad más importante que tenemos como empresarios es poder ayudar a este mundo con un granito de arena. 

Además de estudiar cómo evoluciona el mercado, Neuquén es una provincia que crece permanentemente y uno tiene que ir aggiornándose. La idea es remodelar próximamente el McDonald’s que está en Perticone y Bahía Blanca, y seguir viendo oportunidades para abrir otro local en los próximos años.

El proyecto más cercano que tengo es para la Fiesta de la Confluencia; estamos diseñando un nuevo centro de postres para seguir vendiendo helados y alguna otra cosa más. Seguramente nuestros clientes se van a llevar una hermosa sorpresa.