“El potencial minero de la Argentina es enorme”

“El potencial minero de la Argentina es enorme”

Alejandra Cardona, Directora Ejecutiva de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), analiza el presente y el futuro del sector tras una exitosa edición de Arminera 2025, que duplicó su superficie respecto a la edición anterior y convocó a cerca de 20.000 visitantes. Destaca el enorme potencial geológico de Argentina, particularmente en litio y cobre, y la necesidad de reglas claras, previsibilidad y fortalecimiento de la infraestructura para atraer inversiones sostenibles a largo plazo. También subraya la importancia de la licencia social y de una minería con estándares ambientales elevados.

¿Cuál es el balance de la Arminera 2025?

La comparación necesaria es con la edición anterior; hemos duplicado el espacio de exposición. Alcanzamos los casi 8.000 metros cuadrados de stands y 25.000 metros cuadrados totales de la feria, incluyendo todos los espacios que se ocuparon. Participaron casi 500 empresas, mostrando la oferta de sus productos y servicios. También la participación en las rondas de negocio. Hubo un volumen bastante interesante también de intercambios y de actividad de networking, de presentaciones. Tuvimos un summit que cubrió casi todo el arco temático de agenda que tiene hoy la industria, desde inversiones, economía, política, sustentabilidad, género, opciones de financiamiento para empresas ya desarrolladas, para empresas que recién se inician. También las presentaciones de las empresas que estuvieron participando.

¿Y en cuanto a visitantes?

Tenemos reportadas casi 20.000 personas que se acreditaron, y lo destacable es, primero, una feria minera hecha en Buenos Aires, con esta convocatoria, que refleja un interés específico en la industria. Además de estudiantes. Son cuestiones que están directamente conectadas al desarrollo minero y la expectativa que existe.

¿Cómo describirías el potencial minero de la Argentina?

El potencial minero de la Argentina es enorme. Siempre hablamos de la cantidad de proyectos de litio que están en proceso de desarrollo, en cómo hemos escalado la producción, pasando de un solo proyecto productivo de litio en la década de los 90 a tener seis en este momento, los últimos tres en menos de un año y medio. Y hay como 20 más que están avanzando. Y a eso sumarle la gran promesa que es el cobre, con proyectos muy grandes, proyectos de lo que en la jerga minera se dice de clase mundial; esto significa que tiene una envergadura realmente importante y que puede colocar a la Argentina dentro de los 10 productores de cobre a escala global. En materia de litio hoy somos el quinto. También ver la posibilidad de seguir desarrollando la minería metalífera del oro y la plata, que son las que mayor presencia tienen en nuestros números de producción y de exportación. 

¿En cuanto a la exploración?

Creo que Argentina tiene que seguir fomentando la exploración minera, porque ahí hay un potencial enorme que aún no se ha descubierto. El potencial ya es grande con lo que se conoce, pero el territorio argentino está subexplorado, y eso se puede incrementar notablemente.

¿Cuál es la expectativa con respecto al RIGI?

En cuanto a un tiempo determinado y que se añade al régimen normativo que está vigente, es la Ley de Inversiones Mineras. Esto se explica por las condiciones particulares que tiene la industria, ya que se desarrolla a muy largo plazo y necesita de condiciones especiales. Un proyecto de cobre se construye en no menos de cuatro años. Es decir que recién en cinco años vamos a tener producción. Y con perspectiva de producción de no menos de 30 años también. 

¿Y en qué aspectos se podría mejorar la competitividad?

El tema tributario es de los más relevantes porque es una de las variables que se observan cuando un inversor hace un análisis. He tenido conversaciones con empresas recientemente que están interesadas en desarrollos mineros, y lo primero que preguntan son las condiciones económicas del país: qué es lo que pasaba antes, qué es lo que pasa ahora, y por qué ahora sería distinto…

Reglas de juego claras y estables…

Sí, porque en el pasado se les ofrecieron algunas condiciones de estabilidad, de seguridad jurídica y después eso cambió ¿Por qué ahora sería diferente? ¿Por qué deberíamos de creerles? Quizás porque estamos con una voluntad compartida y con una mirada puesta en que esto sí sea diferente esta vez; también a eso sumarle que ha cambiado la percepción respecto de la industria. Antes no sólo había que generar esas condiciones macro, si se quiere, sino también tener un ambiente que sea positivo y favorable a que esta inversión se pueda realizar. No sirve de nada estimular una inversión si después va a encontrar resistencia social de repente, entonces creo que ahora esas dos variables son muy relevantes. 

¿Hay una mayor licencia social?

Hay una mayor aceptación; la licencia es algo que se construye en el día a día; tiene que ver con la presencia, con la comunicación, con el modo en el que uno se vincula con la gente, con la que se rodea no sólo en el lugar o la provincia que acoge a estas inversiones y que promueve estos desarrollos, sino con las comunidades más inmediatas también. Entonces hay un modo de vinculación que debe ser muy prolijo. La minería casi no tiene margen de error, no nos podemos equivocar, ya que venimos de muchos años de trabajo en esto.
No sufrimos como otros países de la región la minería ilegal, que es una situación bien compleja en otras jurisdicciones y es la que realmente genera contaminación y un montón de males; nosotros no tenemos eso.

¿En lo referido a la infraestructura?  

Las condiciones de infraestructura siempre están asociadas a este tipo de desarrollo, entonces hay que pensar allí algunas soluciones con la mirada puesta a futuro. La infraestructura que hoy tenemos está pudiendo dar respuesta a los desarrollos en marcha, pero si pretendemos crecer, eso necesariamente va a tener que transformarse.

¿Cuántas empresas forman parte de la cámara?

En este momento tenemos alrededor de 200 asociados; la gran mayoría son empresas proveedoras o de la cadena de valor. Empresas mineras son pocas; es una industria muy chica también como productores, pero sí está cubierto el arco completo, digamos, empresas, proveedores y también las cámaras provinciales. 

¿Algún punto que quieras agregar y no te haya dado el pie?

Hay temas que están empezando a entrar en la agenda; se empieza a hablar de minería de uranio, que es un tema que hace mucho tiempo no se tocaba y que vuelve a despertar interés. La transformación digital demanda cada vez más minerales; la vida moderna y la vida a la que aspiramos demandan cada vez más minerales. Entonces el acento no está puesto en el “qué”, sino en el “cómo” hacerlo, y simplemente destacar que las cuestiones de sustentabilidad son transversales a toda la gestión de una industria como la concebimos en la Argentina, así que no admitimos otro tipo de minería que no sea esa.