“El principal problema económico es la inflación”

“El principal problema económico es la inflación”

La economía en nuestro país es un tema sensible; los distintos gobiernos no han sabido cómo manejar sobre todo la inflación. En IMPACTO ECONÓMICO entrevistamos a Iván Carrino, economista, escritor, conferencista y consultor, para que nos explique sobre los problemas económicos que, hace décadas, atraviesan a nuestro país.

¿Cuáles son los problemas económicos de Argentina, en tu opinión?

Te diría que los principales problemas económicos de la Argentina o el número uno, es la inflación. Pero después tenés una serie de otros problemas que son de mucha importancia, como por ejemplo, los múltiples tipos de cambios. Es decir, el cepo cambiario, la pérdida de reservas y una economía que está en caída en términos de producción per cápita desde hace 10 años. Así que tenés inflación, varios tipos de cambio, falta de crecimiento económico y de creación de empleo en el sector formal de la economía. Hoy en día tenemos prácticamente el mismo nivel de empleo que en el año 2017, entonces hay múltiples problemas que enfrentar, una economía muy disfuncional y digamos casi la peor en términos de performance de toda Sudamérica.

¿Cuáles son las principales reformas estructurales que tiene que implementar un nuevo gobierno?

Las reformas que hay que hacer son varias… En primer lugar, sincerar los precios de la economía, eliminar el cepo cambiario, unificar el tipo de cambio, flexibilizar los precios de la economía, ya sea dólar, supermercados, tarifas de transporte de energía, entonces ahí hay una cuestión con los precios. Después está la necesidad urgente de un plan contra la inflación; una política antiinflacionaria es una reforma necesaria. También te puedo mencionar la reforma fiscal, la reducción del gasto público para tener equilibrio fiscal, para poder resolver los problemas de deuda y eventualmente también poder reducir los impuestos. Luego hay reformas que tienen que ver con el mercado laboral, reformas que tienen que ver con la integración de la Argentina al mundo, eliminar barreras para importar, liberalizar el comercio, múltiples reformas que harían que este país empiece a ser más productivo, más competitivo, que crezca, tenga más empleo y mejores salarios.

¿Es posible una dolarización o es mejor una competencia de monedas?

La dolarización es una propuesta interesante que tal como está planteada por el equipo de Milei, habilita una competencia de monedas, porque la idea sería dolarizar como una forma de liquidar el Banco Central. Cancelando pasivos con activos, y a partir de ahí sancionar alguna que otra ley. Que no sería un cambio muy grande respecto a la legislación vigente y habilite la libertad de establecer cualquier moneda en los contratos. En ese sentido, es parecido a lo que proponen Patricia Bullrich, Melconian y Luciano Laspina, de permitir contratos en pesos y en dólares. Solo que la diferencia está, en que en esta última propuesta, no se elimina el Banco Central ni tampoco el peso como moneda nacional. Mientras que en la propuesta de Milei eso sí ocurre. Sobre la dolarización diría que es un programa que es una solución a la inflación. Podría haber otras. En el plano de lo teórico tal vez el consenso dice que vos tendrías que tener un Banco Central muy independiente y demás. La verdad es que históricamente en la Argentina eso no ha funcionado bien, no lo hemos sabido hacer. Entonces, tal vez dolarizar aparezca como una opción de lo más razonable a la luz de nuestra historia, y a la luz de que también hay un consenso desde el punto de vista profesional, de que la política monetaria tiene que ser independiente. Y como vos no lográs la independencia en Argentina teniendo el Banco Central, bueno, lo tenés que lograr eliminándolo y tercerizando el rol de la emisión monetaria como cuando dolarizas.

¿Por qué crees que a los gobernantes de Argentina se les hace difícil solucionar el problema de la inflación?

Creo que tiene que ver con la incapacidad de la diligencia política de ceñirse a un presupuesto equilibrado, evitando la tentación de financiar el desequilibrio con la emisión monetaria. Cuando tuvimos la convertibilidad le pusimos un chaleco de fuerza a esa, digamos, pulsión populista de gastar más de lo que se ganaba y emitir, pero una vez que tuvimos esa recesión en el último periodo de los 90, se abandonó la convertibilidad y volvimos a la emisión monetaria. En ese momento hubo un pedido, al menos tácito, de los votantes, de que eso ocurriera. Hoy parece que el pedido tácito de los votantes es que eso se acabe, ¿no? Por eso votaron a Milei y por eso votaron a Juntos por el Cambio, que si bien no propone dolarizar también ha realizado un proyecto muy concreto en contra de la inflación. Entonces, tal vez ahora empecemos con esta especie de cambio de mentalidad colectiva, un camino que nos lleve a efectivamente solucionar el problema de la inflación, tal como lo hicieron -salvo Venezuela-, todos los países de nuestra región. Así que ojalá que ese sea el camino.